¿Cómo saber si lo que quiero es correcto?

Author name

¿Qué camino seguir?


A veces nos encontramos en una encrucijada entre lo que pensamos que debemos hacer y lo que realmente sentimos que queremos. Puede ser un deseo profundo de mudarnos a otro país, cambiar de carrera, o terminar una relación que ya no nos llena. Pero justo cuando creemos saber qué camino tomar, aparecen las dudas, los miedos y las culpas. ¿Te ha pasado?


El Conflicto: Deseo vs. Razón

Este conflicto entre la razón y el deseo suele aparecer cuando estamos frente a decisiones importantes. Por ejemplo, quizás soñás con cambiar de carrera porque tu trabajo actual no te llena, pero pensás en todo el tiempo y esfuerzo invertido y eso te paraliza. O tal vez querés mudarte a otro país, pero el solo hecho de pensar en dejar a tu familia te llena de culpa.

Estas situaciones no solo nos mantienen en constante indecisión, sino que pueden generar angustia, ansiedad y hasta manifestarse físicamente, como tensión en el cuerpo o insomnio. Son los llamados "mandatos familiares" o "sociales", esas creencias que hemos interiorizado y que muchas veces nos dicen qué deberíamos hacer.


¿Por Qué Nos Sucede?

Esta lucha interna entre lo que pensamos y sentimos es algo normal, una parte inevitable de ser humanos. Es una batalla entre lo conocido y lo desconocido, entre lo seguro y lo incierto. La mente quiere protegernos, mantenernos en un lugar cómodo y seguro, mientras que nuestro corazón nos empuja a explorar, a seguir nuestros deseos más profundos. Y ese conflicto genera tensión.

Es importante reconocer que no estamos solos en esta experiencia. Todos, en algún momento, hemos sentido esa tensión entre lo que creemos correcto y lo que anhelamos. No se trata de encontrar una única respuesta, sino de entender que hay caminos posibles para gestionar este malestar.




Elegir ¡Qué dilema!


Elegir en la actualidad se ha vuelto un desafío complejo para muchas personas debido a una combinación de factores psicológicos, sociales y culturales que impactan en la toma de decisiones. Aquí te presento algunos de los principales motivos:


1. El exceso de opciones

 En el mundo actual, estamos constantemente bombardeados con una infinidad de opciones: desde qué carrera estudiar, qué trabajo elegir, hasta qué tipo de leche comprar en el supermercado. Esta sobreabundancia puede generar una sensación de abrumo, donde tememos equivocarnos o arrepentirnos de la elección tomada.


2. Miedo a equivocarnos

El perfeccionismo y la presión por tomar la decisión "correcta" son factores que afectan a muchas personas hoy en día. Vivimos en una cultura que idealiza el éxito y demoniza el error, por lo que equivocarse parece inaceptable. Este temor al error no solo genera ansiedad, sino que puede llevar a la parálisis por análisis, donde las personas postergan decisiones importantes por miedo a tomar el camino incorrecto.


3. Mandatos sociales y familiares

Las decisiones personales, como cambiar de carrera, mudarse de país o terminar una relación, no siempre se toman en un vacío. Los mandatos sociales y familiares influyen fuertemente, generando dudas sobre si estamos tomando decisiones basadas en lo que realmente queremos o lo que los demás esperan de nosotros.


4. La era de la comparación

Con el auge de las redes sociales, la comparación constante se ha vuelto parte de nuestra vida diaria. Nos comparamos con las vidas "perfectas" que vemos online, y esto genera una insatisfacción crónica. Tomar una decisión se vuelve aún más difícil cuando pensamos que, eligiendo un camino, podríamos estar perdiendo algo mejor que otros parecen haber encontrado. Este fenómeno también se llama "FOMO" (Fear of Missing Out), y nos mantiene en una búsqueda interminable de lo ideal, generando angustia.


5. La presión por la inmediatez

Vivimos en una sociedad de gratificación instantánea, donde se espera que todo suceda rápido: respuestas inmediatas, resultados rápidos y éxitos inmediatos. Este ritmo vertiginoso genera impaciencia y, a menudo, ansiedad. Las decisiones que requieren tiempo, reflexión y maduración a largo plazo son más difíciles de tomar en un mundo que valora lo rápido por encima de lo profundo.


6. Falta de conexión con las emociones

Otra razón por la que a muchas personas les cuesta elegir es porque no siempre saben conectar con sus propias emociones. La educación emocional sigue siendo un área pendiente en muchas sociedades, y sin una adecuada gestión emocional, las personas pueden sentirse perdidas. Como menciona el psicólogo Daniel Goleman en su teoría de la Inteligencia Emocional, no basta con ser racional; necesitamos reconocer y regular nuestras emociones para tomar decisiones más coherentes con nuestras necesidades internas.


7. El mito de "tenerlo todo"

En la actualidad, existe la presión de "hacerlo todo" y "tenerlo todo": éxito profesional, vida personal plena, y tiempo para disfrutar. Pero intentar abarcarlo todo puede hacernos sentir que, al tomar una decisión, estamos renunciando a algo importante, se vive muchas veces como una pérdida.


8. El aumento de la incertidumbre

Finalmente, la sociedad moderna está marcada por la incertidumbre. El rápido avance tecnológico, los cambios económicos y sociales, y la imprevisibilidad en el entorno laboral hacen que cualquier decisión parezca más arriesgada. Tomar una decisión en un mundo cambiante puede generar una sensación de falta de control, y esa inseguridad nos lleva a postergar elecciones importantes.




Un Ejercicio Para Abordar la Lucha Interna


Te propongo un ejercicio sencillo pero poderoso para cuando te encontrés en una situación así:

  1. Cerrá los ojos y conéctate con tu respiración. Inhalá profundamente y exhalá lentamente.
  2. Visualízate en un cruce de caminos. En uno, está lo que tu mente dice que es lo lógico y seguro. En el otro, lo que tu corazón realmente desea.
  3. Pregúntate: ¿Qué te da miedo de seguir lo que sentís? ¿Qué te preocupa de seguir lo que pensás? Permítete estar en ese espacio de duda, sin juzgarte.
  4. Visualizá tu deseo: aquello que parece imposible o muy lejano. Observálo de cerca, imaginá cómo sería alcanzarlo y pregúntate: ¿Qué pequeño paso puedo dar hoy para acercarme a eso?

Con cada exhalación, empezá a soltar esos mandatos externos, esas creencias que no te pertenecen. Recordá que esta es tu vida, y solo vos podés decidir qué camino tomar.



Somos Protagonistas de Nuestra Realidad

La vida no es una elección entre la razón y el deseo, sino un equilibrio que creamos paso a paso. A veces habrá miedo, incertidumbre o culpa, pero lo más importante es aprender a escucharnos, a conectar con lo que realmente queremos, y a elegir en consecuencia.

Al final del día, somos los constructores de nuestra realidad. Y aunque el camino no siempre sea claro, la capacidad de elegir hacia dónde dirigir nuestros esfuerzos es nuestra. No dejes que el miedo al qué dirán o los mandatos de otros te frenen. Es tu vida, y siempre tenés el poder de cambiarla.


Con cariño,

María José Pedrini.


17 de febrero de 2025
Cómo Superar el Síndrome del Impostor y Vivir con Claridad y Confianza Muy buen lunes de claridad mental. Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre algo que, aunque no siempre se dice en voz alta, afecta a muchas personas: el Síndrome del Impostor. Esa sensación persistente de que no somos tan capaces como los demás creen, de que nuestros logros son fruto de la suerte y no de nuestras habilidades reales. Si alguna vez te sentiste así, este artículo es para vos. En episodios anteriores, hablamos de las expectativas, el perfeccionismo y la tolerancia a la frustración. Temas que, aunque distintos, comparten una raíz común: el miedo y la autoexigencia. Hoy daremos un paso más y exploraremos el Síndrome del Impostor, entendiendo cómo se conecta con estas temáticas y, más importante aún, cómo podemos enfrentarlo. ¿Qué es el Síndrome del Impostor? El Síndrome del Impostor se manifiesta como una creencia interna de que no estamos a la altura, sin importar los logros que hayamos alcanzado. Como si, en cualquier momento, alguien fuera a “descubrirnos”. Según Valerie Young, autora de The Secret Thoughts of Successful Women, este fenómeno afecta al 70% de las personas en algún momento de sus vidas. Aunque tanto hombres como mujeres lo experimentan, nosotras solemos ser las más propensas debido a factores sociales y culturales que ponen sobre nosotras una carga extra de expectativas. Factores que Alimentan el Síndrome del Impostor 1. Factores Sociales y Culturales Vivimos en una sociedad que aún impone roles desiguales. Para muchas mujeres, la idea de que tenemos que demostrar que somos “igualmente capaces” que los hombres nos lleva a trabajar el doble y, aun así, sentir que no es suficiente. La presión de “ser la mejor”, lejos de fortalecer, desgasta. Incluso cuando logramos destacarnos, los fantasmas de la inseguridad y la autoexigencia pueden seguir rondando. 2. Factores Familiares El contexto en el que crecimos también juega un papel clave. Las expectativas que percibimos de nuestros padres, las historias de éxito que se nos contaron o los valores familiares que nos inculcaron, muchas veces nos hacen sentir que debemos alcanzar un ideal que no siempre nos representa. 3. Perfeccionismo y Autoexigencia El perfeccionismo es una trampa común. Nos impulsa a buscar un control excesivo, a obsesionarnos con los detalles y, muchas veces, a postergar decisiones importantes. Es una actitud que nos aleja de disfrutar los procesos y nos aísla de los demás, porque cuando algo no sale “perfecto”, aparece la frustración y la crítica constante. ¿Cómo Reconocer el Síndrome del Impostor? Valerie Young identifica cinco tipos principales de personas que experimentan el Síndrome del Impostor. Identificarte en alguno de ellos es el primer paso para comprender y transformar esta dinámica: La Perfeccionista : Siempre cree que podría haberlo hecho mejor. Se obsesiona con los detalles, y cuando algo no sale como esperaba, siente que fracasó. La Experta : Necesita saberlo todo antes de actuar. Siente que nunca tiene suficientes títulos, cursos o conocimientos para estar lista. El Genio Natural: Cree que todo debería salirle con facilidad. Si algo le cuesta, asume que no es lo suficientemente talentoso. El Solista : Prefiere no pedir ayuda porque lo considera una muestra de debilidad o una carga para los demás. La Superhéroe : Se sobrecarga de responsabilidades para demostrar que puede con todo. Pero, en el fondo, siente que nunca hace lo suficiente. Herramientas para Superar el Síndrome del Impostor Superar este síndrome no es un proceso rápido, pero sí posible. Estas estrategias te ayudarán a construir confianza en vos misma: 1. Cuestioná tus Pensamientos La reestructuración cognitiva es clave. Desafía esos mensajes internos del tipo: “Solo tuve suerte”. Buscá evidencia concreta de tus logros y reconocé el esfuerzo que te llevó alcanzarlos. 2. Aceptá que No Tenés que Saberlo Todo Aprender es un proceso continuo. Nadie tiene todas las respuestas, y no saber algo no te hace menos capaz. 3. Celebrá el Progreso, no la Perfección Enfocate en lo que has avanzado, no solo en lo que falta. Reconocer tus pasos es una forma de motivarte y disfrutar el camino. 4. Aceptá los Cumplidos Cuando alguien reconoce tu trabajo, decí gracias y dejá de restarle valor. Trabajá en aceptar el reconocimiento como una forma de validar tu esfuerzo. 5. Rodeate de Apoyo Hablar con personas de confianza ayuda a normalizar tus dudas. Compartir tus miedos no te debilita, te conecta. 6. Llevá un Diario de Logros Registrar tus avances, por más pequeños que parezcan, refuerza tu confianza. Este ejercicio diario te ayudará a enfocarte en lo positivo. Dos Claves Extra: Respiración y Planificación Incorporá Espacios de Respiración Consciente Cinco minutos de meditación al día pueden transformar tu energía y claridad mental. No digas que no tenés tiempo, porque lo que realmente significa es que no te estás priorizando. Planificá con Sentido Organizá tus metas considerando también tus espacios de disfrute. No postergues tu felicidad para “después del éxito”. Un buen plan incluye momentos para recargar energía, conectar con otros y disfrutar del presente. Preguntas para Reflexionar Antes de terminar, quiero invitarte a cuestionarte profundamente: En la vida ideal que deseás, ¿qué es lo más importante que estás buscando? ¿Qué hay detrás de los logros que perseguís? ¿Para qué hacés todo lo que hacés? Conectar con estas respuestas es esencial para redirigir tu energía hacia lo que realmente importa: vos misma. Te dejo un abrazo gigante y una invitación a priorizarte, a escucharte y a construir una vida donde el disfrute sea parte del camino, no solo el destino. con cariño María José
14 de febrero de 2025
Perfeccionismo vs. Progreso: Cómo dejar de procrastinar 🚀 Por María José Pedrini. Psicóloga y psicoterapeuta sistémica. ¿Alguna vez te encontraste atrapado/a en el bucle de "darle mil vueltas" a algo, queriendo que todo salga perfecto antes de lanzarte? 🤯 Ese momento en que una idea o proyecto parece que no está "listo" y, sin darte cuenta, terminás postergando la acción… Si te sentiste identificado/a, no estás solo/a. Esta trampa mental tiene nombre: perfeccionismo . El perfeccionismo puede disfrazarse de excelencia, pero la realidad es que, muchas veces, se convierte en un obstáculo para avanzar 🛑. Hoy quiero contarte qué es realmente, cómo afecta nuestra capacidad de actuar y, lo más importante, cómo podemos empezar a desarmarlo.  ¿Qué es el perfeccionismo? 🧐 El perfeccionismo no es simplemente "querer hacer las cosas bien". Es un mecanismo mental que nos lleva a fijarnos estándares altísimos, tanto para nosotros mismos como para los demás. Lo interesante es que este rasgo no es único, sino que tiene varias dimensiones : Perfeccionismo auto-orientado: Nos exigimos ser impecables, ya sea en el trabajo, en nuestras relaciones o incluso en nuestra apariencia. Esto nos hace convivir con una autocrítica constante y niveles altos de estrés y ansiedad. Perfeccionismo hacia los demás: Ponemos expectativas irrealistas en quienes nos rodean, lo que puede generar tensiones en nuestras relaciones. 🤝 Perfeccionismo socialmente prescrito: Sentimos que otros esperan demasiado de nosotros, lo que nos lleva a cargar con una presión externa agotadora. Estas formas de perfeccionismo están profundamente ligadas a nuestras emociones y cómo nos vemos frente al mundo. En todos los casos, el miedo al error o al fracaso se convierte en un enemigo silencioso que frena nuestro progreso. ¿Por qué nos lleva a procrastinar? 🕰️ El perfeccionismo y la procrastinación están íntimamente relacionados. Cuando sentimos que algo no está "perfecto", postergamos el momento de actuar, con la esperanza de encontrar el "momento ideal". Sin embargo, ese momento nunca llega. Esta mentalidad nos lleva a: Perder tiempo en detalles que no son tan importantes. ⏳ Adentrarnos en la "parálisis por análisis" , pensando tanto en lo que podría salir mal que no damos el primer paso. Evitar exponernos, por miedo a que nos juzguen o critiquen. ¿La verdad? El mundo no está esperando que seamos impecables. La perfección no existe y, mientras la perseguimos, nos alejamos de nuestros objetivos reales. ¿Cómo soltar el perfeccionismo y avanzar? 🌱 Si estás listo/a para salir de ese ciclo, aquí van algunas claves que pueden ayudarte a reconectar con lo esencial y dejar de procrastinar: Redefine tus estándares: Pregúntate si realmente necesitas que todo esté perfecto o si lo esencial ya está listo. Recordá que muchas veces, "lo bueno es mejor que lo perfecto". 🙌 Volvé a tu propósito: ¿Para qué estás haciendo esto? Tener clara tu motivación principal te ayudará a enfocarte en lo que importa y no perder tiempo en detalles secundarios. Acepta los errores como parte del proceso: No aprenderás sin equivocarte. Los errores no definen quién sos, sino que te muestran el camino para mejorar. Conectá con el momento presente: En lugar de preocuparte por lo que otros pensarán, focalizate en disfrutar el camino. El proceso también tiene valor. ✨ Preguntas clave para reflexionar 📝 Antes de dar el próximo paso, te invito a reflexionar con estas preguntas: ¿Qué harías si supieras que no podés fracasar? 🤔 ¿Qué te estás perdiendo por no animarte a dar el primer paso? ¿Cómo sería tu vida si no te exigieras tanto? Estas preguntas no solo te conectan con la acción, sino que te ayudan a liberar la presión innecesaria que te pone el perfeccionismo. Conclusión 🌟 El perfeccionismo no es el camino a la superación personal, sino una coraza que usamos para evitar la crítica y la vergüenza, como bien lo dice Brené Brown. Pero esa coraza pesa demasiado y nos impide avanzar. Por eso, te invito a volver a lo simple, a lo auténtico y a permitirte disfrutar del proceso. Acordate que no es necesario ser perfecto para ser valioso/a, ni para compartir tu talento con el mundo. ¿Y vos? ¿Qué te animarías a hacer si dejaras de buscar la perfección? Con cariño MJ Pedrini
14 de febrero de 2025
The body content of your post goes here. To edit this text, click on it and delete this default text and start typing your own or paste your own from a different source.